Ga(s)rra! // 1ra A 2010 Cap. IV

Cartón lleno (de puntos e  ilusiones). Nada mejor que un domingo  de seis unidades. Como en el debut de 2010, Sholem  tuvo una jornada ideal, esta vez ante Bar KojbAzul. La Reserva ganó  2-1 con la dopietta de Ari Fuks. La Primera cerró  su arco, festejó con Gas Gus y terminó  1-0 para quedar cerca de la punta. 
 Por Federico
"Charrúa"
Amigo
Garra, orden y juego. A partir  de esas premisas, Sholem de Buenos Aires solidificó un triunfo fundamental  por 1-0 frente Bar KojbAzul. Cortó la racha y después de dos partidos  sin éxito, volvió a festejar en un encuentro de dientes apretados  –salvo para Boquita Nachito-. 
 La empresa no fue nada fácil. El duelo  de la Reserva mostró una característica principal  de la visita: nunca se ruborizaron para pegarle a la pelota de punta  y para adelante. ¨Noooo. Hay que levantarse a las 9 de la mañana para  despejarla así, eh!¨, dijo algo ofuscado Bambilardo Paolorossi en el enésimo  pelotazo de la defensa de Bar KojbAzul. Así planteó el partido el  visitante: lucha por sobre juego; fricción antes que creación. 
 Pero el Tricolor  estuve atento desde el arranque. Tardó unos minutos en acomodarse en  defensa y después fue todo un frontón para los embates del rival.  Y, de a poco, empezó a jugar. Risitas raspó y distribuyó en el medio,  la Bruja Bersusky comandó los ataques hasta que el tobillo se lo permitió  y Cucurucho Mengual fue de menor a mayor. Eso sí, empezó con una fantasía,  que aparecerá en los premios (ver aparte). 
  Por eso, no sorprendió que llegara  la ventaja. Mellamed se vistió de enganche, habilitó a Gas (¿ex ay?)  Gus que definió con una vaselina exquisita. Sin embargo, la bola pegó  en el travesaño y, de arremetida, Tailandés la empujó para inflar  la red. ¨El árbitro se lo anotó a Gusti¨, reclamó uno de los experimentados  suplentes ante el mono redactor, propenso a señalarlo como gol en contra. 
  De allí, al final del primer tiempo Sholem  fue una tromba. Gas Gus cabeceó –una  fuente muy confiable asegura que el delantero puso la manito- al poste,  Cucurucho estrelló un remate de primera al mismo (maldito) palo y Nicorreloco  desenfundó un derechazo que se fue cerca después de un pique mortal  desde su propia área. Antes del final, el uno visitante tapó el segundo  ante un tiro rasante y bien ubicado del Tailandés Gas. Demasiada diferencia  futbolística para tan exigua ventaja en el marcador. 
 Bar KojbAzul sólo generó peligro  con los laterales-centros de su rugbier y con un mano a mano que tapó  el Almirante Damo con la ayuda esencial de… ¨Claudia!!!¨. Al pasar  al lado del banco, el gestor de la fructuosa maniobra cabulera confirmó  su importancia en la jugada: ¨Le grité Claudia, le grité¨. 
  El segundo tiempo fue todavía más sucio  que el primero. Al Trico de Monte Grande le costó tener la pelota  y cerca del final sufrió por las ocasiones para  cerrar el duelo que había dilapidado. Y la visita recurrió a su receta  para ir en busca del empate: dejó a tres torres en ataque y cargó  el área de centros, desde cualquier parte del terreno. 
 Sin embargo, la línea de fondo mantuvo  su firmeza. Fue una aduana aérea y terrestre infranqueable para el  oscuro juego de Bar KojbAzul.  Para pasar, pedían DNI, pasaporte, partida de nacimiento, ABL, carta  astral y unos cuantos requisitos más. Encima, el Almirante apareció  cuando lo llamaron para desactivar un bombazo que pedía red. 
   Con temple y sacrificio, el equipo  de la dupla aguantó hasta el pitazo final y gritó ganador en la batalla  física en la que se convirtió el partido. Silbando bajo, con el ánimo  por las nubes y con un funcionamiento colectivo en crecimiento, Sholem  alcanzó los siete puntos. Y cree en sus cualidades que, por ahora,  lo depositan en el pelotón de arriba.

 Messidona. La defensa.  Cambió de nombres, pero no de nivel. Arregló desacoples durante el  juego y mostró fiereza para mantener el cero. El fondo –que no es  el FMI, cuak!- fue de lo mejor en un equipo con alto nivel. Dicen que  Gonza Tinelli y Nachito durmieron boca arriba gracias a los chichones. 

   Fussetti.  Barchota Blue. Su planteo fue insoportable. Anuló cualquier  vestigio de fútbol, apostó todo al choque y la batalla física y su  arma fundamental fueron los centros-laterales del 3 ¿Conclusión? Dolor  de ojos constante, acrecentado por una intensa picazón. 

 Adonai.  Cucurucho. En un partido en el que le costó arrancar, empezó  a calentar motores con un caño –futbolístico, claro está- divino.  Pisadita, baile con la pelota y túnel limpito. Ger, Ger… que bien  estas!! 

 Franquito. Patada  contra Mikey. Para que no olvide el rigor, a Nicolombia lo recibieron  con una entrada descomunal. Después de un despeje en el área, sufrió  un topeza que lo hizo volar por el aire con vuelta carnero incluida.  Buen viaje, salteño! Esperamos su locura y contagio con los brazos  más que abiertos. 
       
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 comentario:
Metido de lleno en la pelea contra los medios hegemonicos pido por fevor verdad y objetividad.No nos mientan mas, la foto del cronista no se condice con la realidad,pido una actualizacion de la imagen. Queremos ver la mano que se esconde detras de las palabras.
CB
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