Enseguida empecé a imaginar los goles, las gambetas, los festejos. El desahogo de la B y la mojada de oreja de la C. Otra vez Macabi. Otra victoria.
Desde ese momento también empecé a soñar otra vez. El próximo domingo, en algún otro lugar, quiero que Drexler sea la música más dulce -otra vez- para mis oídos. Lo dejo en sus manos, fieras.
Por Federico "Charrúa del primer mundo" Amigo
2 comentarios:
Grande Amigo, cómo te banco!!! lo único malo: el domingo 14 era mi vuelta a las canchas y no hay partido por las elecciones primariasssss
Abrazo grande, dusfrutá y seguí deleitandome con tus textos!!
Ex cuellito schuliaquer
Gracias, París... Estás de vuelta ya? Si querés cambio las primarias. Desde acá manejo todo papá. Tengo línea directa con CFK y Angelita Merkel (??) Abrazo
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