En un partido que Scholem se encargó de autocomplicar, superó por 3 a 2 a Cissab. A pesar de la buena victoria quedan varios puntos en el debe del plantel que no apeló al criterio para aprovechar los tres hombres de más que tuvo en gran parte del juego. Charrúa Gaby y Pesimista KK los destacados de la segunda victoria al hilo.
Por
Federico
"Charrúa"
Amigo
Scholem llegaba envalentonado con el triunfo del último domingo. Sabía que el partido podía ser bisagra: debía demostrar si el encuentro con Hacoaj fue sólo un espejismo o si se perfilaba en franca remontada. Enfrente tenía a Cissab, otro histórico de la categoría. Y los dirigidos por la dupla Anguila Rub-Colo Colo hicieron un partido prolijo y serio hasta que perdieron la compostura en los últimos 15 minutos.
Minutos de Primera
Con la solidez defensiva como telón de fondo, Scholem fue afianzándose de a poco en el terreno. Little Vago y Tailandés Furman comenzaron a manejar los tiempos del equipo, Risitas Menalled hizo pié en el medio y Pesimista KK trascendió por derecha. Así, el tricolor de Monte Grande se fue soltando.
La primera chance de gol, y la más clara de los 45 iniciales, llegó gracias a la chispa de Tailandés. Apoyó la bola en el piso, jugó rápido y dejó en solitario a Chileno Fox que definió por arriba de la cordillera. Algunos remates de media distancia sin demasiado peligro completaron las aproximaciones locales.
Sobre el final del primer tiempo, Nicorreloco aplicó su oficio para recibir un derechazo de uno de los dos hermanos Malevos de Cissab. El línea –los 21 jugadores restantes, técnicos, suplentes y hasta el perro que deambulaba por la calle aledaña- vio el puñetazo y la visita quedó con diez.
Ahora Scholem sabía que le quedaban 45 minutos para trabajar el partido y en el complemento salió con la misma tónica: orden y tozudez para defender, libertad creativa para atacar. Sin embargo, le faltó algo más de fineza y juego colectivo de ¾ hacia delante. De hecho, la apertura del marcador llegó mediante la tan mentada pelota parada. Little Vago le apuntó a la cabeza de Charrúa Gaby que metió salto y cabezazo de manual para estampar el 1 a 0.
Con la desventaja, Cissab adelantó sus líneas e intentó asediar el área del Almirante Damo. Pero chocó con la firmeza defensiva del Scholem y, en especial, con la gran tarea del Charrúa Gaby, que despejó todo objeto volador no identificado.
De un corner de la visita llegó el segundo del Tricolor. Fue un gol antológico, una fusión perfecta de contraataque, juego asociado y toques de primera. La jugada arrancó desde la izquierda, se volcó hacia la derecha y culminó en el centro del área. Little Vago amplió la cancha con un cambio de frente para Chileno Fox que, de primera habilitó a Cucurucho. Mengual asistió a Tailandés Furman que colocó la bola, con clase, al palo izquierdo del arquero. “¿No disfrutaron el segundo gol, muchachos”, diría Colo-Colo una vez concluido el encuentro.
Cissab, a decir verdad, nunca se rindió ni se amilanó aun cuando jugó con 3 hombres menos (por doble amarilla se fueron a las duchas el 18 y el 5). Primero encontró el descuento con un corner y un cabezazo solo, sin marca. Después apareció Almirante Damo para cerrar el arco con una doble tapada fenomenal.
Pesimista KK sorprendió y rompió la línea defensiva de la visita, superó al arquero y anotó el tercero del Tricolor. Clink caja y ¿partido liquidado? Scholem sí terminó el encuentro; Cissab, en cambio, buscó hasta el final.
Con la solidez defensiva como telón de fondo, Scholem fue afianzándose de a poco en el terreno. Little Vago y Tailandés Furman comenzaron a manejar los tiempos del equipo, Risitas Menalled hizo pié en el medio y Pesimista KK trascendió por derecha. Así, el tricolor de Monte Grande se fue soltando.
La primera chance de gol, y la más clara de los 45 iniciales, llegó gracias a la chispa de Tailandés. Apoyó la bola en el piso, jugó rápido y dejó en solitario a Chileno Fox que definió por arriba de la cordillera. Algunos remates de media distancia sin demasiado peligro completaron las aproximaciones locales.
Sobre el final del primer tiempo, Nicorreloco aplicó su oficio para recibir un derechazo de uno de los dos hermanos Malevos de Cissab. El línea –los 21 jugadores restantes, técnicos, suplentes y hasta el perro que deambulaba por la calle aledaña- vio el puñetazo y la visita quedó con diez.
Ahora Scholem sabía que le quedaban 45 minutos para trabajar el partido y en el complemento salió con la misma tónica: orden y tozudez para defender, libertad creativa para atacar. Sin embargo, le faltó algo más de fineza y juego colectivo de ¾ hacia delante. De hecho, la apertura del marcador llegó mediante la tan mentada pelota parada. Little Vago le apuntó a la cabeza de Charrúa Gaby que metió salto y cabezazo de manual para estampar el 1 a 0.
Con la desventaja, Cissab adelantó sus líneas e intentó asediar el área del Almirante Damo. Pero chocó con la firmeza defensiva del Scholem y, en especial, con la gran tarea del Charrúa Gaby, que despejó todo objeto volador no identificado.
De un corner de la visita llegó el segundo del Tricolor. Fue un gol antológico, una fusión perfecta de contraataque, juego asociado y toques de primera. La jugada arrancó desde la izquierda, se volcó hacia la derecha y culminó en el centro del área. Little Vago amplió la cancha con un cambio de frente para Chileno Fox que, de primera habilitó a Cucurucho. Mengual asistió a Tailandés Furman que colocó la bola, con clase, al palo izquierdo del arquero. “¿No disfrutaron el segundo gol, muchachos”, diría Colo-Colo una vez concluido el encuentro.
Cissab, a decir verdad, nunca se rindió ni se amilanó aun cuando jugó con 3 hombres menos (por doble amarilla se fueron a las duchas el 18 y el 5). Primero encontró el descuento con un corner y un cabezazo solo, sin marca. Después apareció Almirante Damo para cerrar el arco con una doble tapada fenomenal.
Pesimista KK sorprendió y rompió la línea defensiva de la visita, superó al arquero y anotó el tercero del Tricolor. Clink caja y ¿partido liquidado? Scholem sí terminó el encuentro; Cissab, en cambio, buscó hasta el final.
15 minutos ¿de-primentes?
El último cuarto de hora, los dirigidos por Colo Colo-Anguila Rub jugaron con tres futbolistas más. Sin embargo, despilfarraron innumerables situaciones de gol, se sobró al rival y se pecó de individualismo a la hora de definir. Lo pudo ganar 5, 6 ó 7 a 1. Pero falló y terminó sufriendo más de la cuenta. Un error defensivo posibilitó el descuento y el partido concluyó 3 a 2.
De cara al parate obligado, Scholem tiene trabajo por delante. Sin embargo, en las últimas dos semanas demostró una notoria mejoría y se cargó a dos equipos que suelen pelear arriba. En un mes el Tricolor viaja hacia La Plata para enfrentar a un combinado sorpresivo que sacó puntaje perfecto. Como definió un miembro del plantel, la caravana de la esperanza está en marcha.
El último cuarto de hora, los dirigidos por Colo Colo-Anguila Rub jugaron con tres futbolistas más. Sin embargo, despilfarraron innumerables situaciones de gol, se sobró al rival y se pecó de individualismo a la hora de definir. Lo pudo ganar 5, 6 ó 7 a 1. Pero falló y terminó sufriendo más de la cuenta. Un error defensivo posibilitó el descuento y el partido concluyó 3 a 2.
De cara al parate obligado, Scholem tiene trabajo por delante. Sin embargo, en las últimas dos semanas demostró una notoria mejoría y se cargó a dos equipos que suelen pelear arriba. En un mes el Tricolor viaja hacia La Plata para enfrentar a un combinado sorpresivo que sacó puntaje perfecto. Como definió un miembro del plantel, la caravana de la esperanza está en marcha.
Messidona. Charrúa Gaby. Abrió el partido con su frentazo y cerró todos los avances aéreos y terrestres de la visita. Hizo honor a su patria y defendió con la característica garra oriental ¡Bien, Bo!Grifendorf. El gran pelado portero de Scholem mostró sus dotes voladoras y sacó todo lo que tenía dirección hacia el arco. Incluso lesionó a un rival sin ser siquiera amonestado. Un genio.
Fusetti. Los últimos 15 minutos. Se abandonó la postura seria para cambiarla por la de un equipo sobrador e irresoluto. Lección: nunca dar por muerto a un rival, sobre todo, si se trata de un histórico de la categoría.Arnaldo André. El ayudante de campo del rival CiSSa-B estuvo bastante gritón para con los suyos, por suerte le funcionó… A Scholem.
Adonai. Los espectadores. Cualquiera, técnicos incluidos, hubiera agarrado sus cosas y se habría ido al buffet para resguardarse de la congeladísima lluvia que azotó al cementerio de los elefantes –así proclamó Rub a Almafuerte. Sin embargo, integrantes del plantel, suplentes y demás hicieron el aguante.Pequeño John. El pelado nuevamente se encontró con la red en un gol clave y nuevamente fue de un ¡calvazo!
Franquito. Los hermanos Malevos. El 7 pegó un piñazo desleal y malintencionado. El pelado hablador increpó varias veces al nervioso cumpleañero Anguila Rub que, una vez concluido el encuentro, respondió: “Yo también me la aguanto, eh” ¿Será?Quique y Marto. No pararon de pegarle al pobre polaco. Tanto le dieron que cuando entró en el partido de Primera estaba rengueando. Dos pegadores con clase.
FORMACIONES
Primera: Almirante Damo, Yorugua Amigo, Gonzalo Tinelli, Charrúa Gaby, Nicorreloco; Pesimista Kkadrián, Risitas Mellamed, Little Vago, Cucurucho Mengual, Tailandés Gust(Lorito Cofiman); Chileno Fox.
Reserva: Grifendorf, Anguila 2.0 Nico, Mayorista Mati, Viejolín Barbieri, Krishna Marto; Ex Larry Ruby, Cucurucho Mengual, Nachito (Vasito Mengual), Jaizinho Da Silva; Pequeño Juan (Palito Juan) y Shanti.
DT`s: Anguila Rub-Colo Colo.
1 comentario:
Ojo que la frase publicada hacía referencia a mis vivencias como hincha de Independiente, eh...
Como jugador de Scholem, todavía me queda ganar un campeonato!
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