11/7/11

Juntos venimos bien!!! (al menos en la cancha...) // 1raB y C 2011 Cap XI

Sholem sigue enchufado y se posiciona de lleno en la pelea. Le ganó 2-1 a Britajim, llegó a los 20 puntos y alcanzó cuatro triunfos seguidos. Chavo y Chechu, los goles. En la C también hubo festejo. Faca Fardi gritó su primera conquista en el Tricolor y ShujMAN cerró el 2-0 final.


Por Federico

"Charrúa"

Amigo


Es una locomotora sin freno. Arrolla todo lo que pasa por delante. Sigue de largo en cada estación. En su camino, no hay curvas. Transita un recorrido recto. No baja la marcha ni se detiene. Viaja a un ritmo sereno, lejos de la máxima. Pero avanza y se acerca al objetivo. Y está lanzado. Sholem lleva cuatro victorias en fila y se mete, decididamente, en el vagón de los punteros. Sin brillo y con eficacia, construyó un triunfo vital ante Britajim para seguir de cerca a los de arriba.

El Tricolor pegó el primer grito cuando el partido recién amanecía. El Chavo Fucks recibió una buena habilitación de (_ _ _ _ _ _ _ complete a su gusto, el mono redactor no recuerda con certezas) y el 7 bravo definió con una exquisita vaselina. “Eu, ojo que estoy cerca de los 100”, se embaló el futuro marido con sus estadísticas bajo el brazo. Y, de entrada, el elenco de Monte Grande imponía condiciones.

En ese lapso fue claro dominador. Sin crear peligro, mantuvo la pelota lejos de su arco, se defendió con orden y manejó los tiempos del partido. Sin embargo, falló en una jugada y, como le sucede a menudo, la fue a buscar al fondo de la red. Y entró en un momento de confusión. Perdió la paciencia y la bola y casi se lo dan vuelta.

Pero aguantó la embestida, bajó la ansiedad en el entretiempo y salió renovado al complemento. Allí, fue claro dominador de principio a fin y, de hecho, Marto Gullota se convirtió en un espectador de lujo. Fede Palto marcó presencia en el medio, Pacha Visari recuperó la solidez en el fondo y el Tato Mc Donell peleó (y dilapidó) todas arriba. Aunque la carta del triunfo estaba en el banco.

“Vení, entrás por Lauti. Vas de volante”, informó Helicóptero Rub ante un Vasito Mengual que había tenido su primera muestra de rebeldía al viajar separado de su (¿ex?) entrañable hermano Cucurucho. “¿Cuándo le vas a pegar al arco?”, le recriminó Anguila en la primera aproximación del Chechu.

Y en la siguiente el benjamin de la familia mostró los dientes. Le contestó al DT en cancha, con la redonda. Recibió de París Schuliaquer, corrió la bola para su zurda y sacó un remate que decantó, con la ayuda del uno, en el 2-1 para Sholem. Quedaban 15 minutos y, luego de fallar tres jugadas claras, el Trico ponía las cosas en su lugar. Después, pudo ampliar la ventaja pero le faltó una pizca de criterio.

La cuarta victoria consecutiva era un hecho. Los festejos, también. El Tricolor sabe que no puede hacer concesiones si quiere aproximarse a su objetivo. La etapa decisiva del año lo encuentra en su mejor momento. Le falta fuego y le sobra entrega. Se acostumbró a ganar y se ve en la cima de la tabla. Por eso, se anima a cantar: “Los de arriba son gallinas…”.


Messidona. Laucha Lautaro, Nicos Mikos, Cucucurucho Mengual y Yorugua Amigo. Aprovecharon las instalaciones y se deleitaron con un rabioso fútbol-tenis. Un equipo aportó la distinción, el toque exquisito y las sutilezas. La otra dupla… se paró en la cancha. 10-8 y precalentamiento de ensueño para los 4 (y para Palto, el testigo incisivo del match). Ah, después el Tato contribuyó con lo suyo en los 90.


Fusetti. Shanti. El nueve estaba citado pero nadie supo nada de él. Nunca llegó al lejano country de Britajim. Encima, tiene las pecheras en su poder. Combo completo. Directo a la cima del premio menos deseado.



Adonai. Ex Cuellito Schuliaquer. Se la jugó por el team y se autoexcluyó por el próximo mes. Una versión poco fiable lo ubica en viaje por Europa. Otras veces sostienen que pretende derrapar cinco sábados seguidos. Quienes mejor lo conocen aseguran que lo mató la presión de pelear por el ascenso.


Franquito. Tito Villa. Desde el comienzo, el 9 de Britajim se quejó ante el más mínimo roce y le reclamó al árbitro cualquier toquecito. En el complemento, pegó una patada artera sin pelota a Stephen Gerard y lo salvó un juez de esos que sólo Faccma encuentra ¡La tenés adentro!


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