En Sholem, esTÁTOdo bien! // 1ra ByC 11 Cap X

En el cierre de la primera fase, el Tricolor ganó 4-2 con una mañana caliente del Tato Conte Mc Donell. El ocho aportó 3 goles y fue la figura excluyente. Juan Piti completó la faena para el tercer éxito seguido. En la C, también hubo festejo. Español Benja, Jota Jota y Juani Vaca decretaron el 3-1 del equipo de Monte Grande.

Por

Federico

"Charrúa"

Amigo

Iban veintipico de minutos y no había pasado nada. Sólo la tardía llegada del Doc le había dado algo de suspenso a la gélida mañana en Csis. El local y Sholem se prestaban la pelota. O, mejor dicho, se la regalaban. Hasta que apareció Catarrito Tato con la primera de sus tres perlas. El pibe de triple apellido tomó la bola en mitad de cancha, cambió de marcha, pispeó el arco y metió una vaselina perfecta para el 1-0.

La ventaja parecía encarrilar el partido ante un rival con escasísimos recursos para torcer la historia. El gol, tal vez, sacudía la modorra del Tricolor. Pero nada de eso

sucedió. “Te digo una cosa, en los últimos 15 ellos jugaron mejor”, analizó, en el epílogo del primer tiempo, Helicóptero Rub mientras los suplentes estallaban en risa

con los comentarios del banco rival. “Estamos bien”, repetían después de 15 pases malos y dos con buen destino.

El entretiempo parecía la mejor opción para acomodar los pensamientos. Pero Sholem, siempre, se presta a las tareas imposibles. Pensar en 45 minutos más flojos era casi inadmisible. Pero el elenco de Monte Grande hizo sobrados méritos para lograrlo. A la escasez de ideas, le sumó problemas y desatenciones en el fondo para darle una vida a un equipo que ni siquiera respiraba. Chalom dio vuelta el partido y llenó de dudas al Trico.

En el momento más delicado, Catarrito Tato gestó la remontada. Recibió la bola cercadel área, encaró y sacó un remate inaccesible para el uno visitante. Sin fútbol y apenas con una individualidad, el Tricolor seguía en carrera por una victoria que llegaría sólo por coraje.

“Que le pelota vaya al arco”, pidió casi como un lamento el DT mientras el Grillo Juan acomodaba la redonda para el tiro libre. Y alguna que otra vez Anguila Rub acierta. Juancito Pittima cumplió, atinó a ubicar la bola bajo los tres palos y festejó el 3-2. Y allí sí, Sholem aseguró los tres puntos. Sólo quedó tiempo para que el Tato celebrara su primera tripleta con otra definición soberbia. Sin brillo y con efectividad, el elenco de Monte Grande ganó 4-2 y sumó su tercera alegría en fila.

El encuentro, a su vez, marcó el punto final para la primera rueda. Desde lo numérico, el Tricolor fue de menor a mayor. Cosechó nueve de sus 17 puntos en sus últimas

tres presentaciones y escaló en la tabla. Desde lo futbolístico, sigue en deuda. Está lejos de desplegar las virtudes que posee y sufre en exceso ante rivales de poca monta. Problema y solución conviven en Sholem. Se aproxima el semestre de la verdad y Trico, de una buena vez, tiene que dejar de ser su propio enemigo. Motivos, argumentos y cualidades, le sobran.

Messidona. El Tato. Pese a jugar con cuellito polar, Ignacio Conte Mc Combo fue, lejos, la figura dominguera. Marcó un hat-trick, ayudó en la marca y aportó algo de claridad a un juego muy opaco. Algunas voces aseguran que la mini-siesta debajo de un arco y previa al partido fue vital para su consustanciarse con el gol.

Fusetti. Pacha Visari. Puso el pecho y pidió el premio sin titubear y por anticipado. “Si no hay nadie, dámelo a mi. Me lo banco”, aseguró en el vestuario mientras ex Cuellito Schuliaquier respiraba tranquilo y Palto festejaba a cuenta -y si dice amigo del Daro)- ¡Lo pedís, lo tenés, Pachorra!

Adonai. Ratón Mikey. El médico no aparecía por ningún lado. El partido, entonces, no podía arrancar y el malhumor comenzaba a predominar entre los 22 players. “¿Viene, se juega?”, preguntaban en coro. De repente, la sirena de Niiiiiiiiiiicolás invadió el ambiente y el capitán se ganó una catarata de aplausos de los rivales. ¡Elo! ¡Ae!

Franquito. Charrúa Amigo. Por decisión unánime del jurado tricolorense, el Yorugua se llevó el deshonroso premio. Hizo su presentación en el partido con una patada rabiosa. Encima, de ahí llegó el 2-1 de Chalom. Ah, también le sacó una sonrisa al banco. Intentó pisar la pelota, cayó al piso y casi se desnuca
.